Las vías, uno de los elementos principales de este diorama puesto que para que existiera una casilla, en la mayoría de las ocasiones, era necesario que hubiera que cruzarla por un camino con cierta relevancia o una carretera, como en este caso. Por ello la propia vía se convierte en el principal protagonista en cuanto a su importancia y, más específicamente, por el volumen “visual” que ocupa en el conjunto.
Por ello era importante hacer el esfuerzo de darle una importante relevancia y vistosidad a dicho elemento.
Así se ha realizado:
Dada
la escala en la que se está confeccionando el diorama (1/32) se ha optado
por un modelo comercial de la firma
PECO, concretamente la referencia PECO SL800 que se define como “VIA FLEXIBLE
910 mm. Traviesa Madera 1”, como el diorama es de dimensiones superiores al
metro de largo, se han adquirido dos unidades de la misma. Adquirido en
Modelismo Villaverde, con un excelente servicio post-venta.
Como
se puede observar en la imagen la calidad del diseño de la vía es muy buena con
un tratamiento muy adecuado de las traviesas, que, pese a ser de plástico,
tienen muy bien simuladas las betas de la madera.
Asimismo el detalle de la zona de fijación de las traviesas al carril están muy logradas también.
Una vez recibido el “material base”, se ha comenzado su tratamiento para simularla como más real.
El primer paso ha sido darle una manita de pintura al lateral de los carriles para simular el envejecimiento de los mismos por el paso del tiempo y la intemperie.
Para ello se ha protegido con cinta de carrocero, y se le ha dado un baño de pintura acrílica de color marrón con unas gotas de negro.
A partir de los planos del conjunto en general se ha creado una plantilla en madera de balsa sobre la que se va a situar la vía, teniendo en cuenta que en la realidad salía en curva hacia la derecha, se ha tenido que diseñar atendiendo a esta casuística, y por ello la vía escogida es del tipo flexible para poder ajustarnos correctamente al comportamiento de la misma igual en la escala que en la realidad mostrada.
Una vez cortada la pieza ha pasado varios procesos de adaptación.
El
primero ha sido rebajar los laterales de la pieza por ambos lados para simular el talud que luego llevará balasto incorporado.
El
siguiente paso ha sido darle una mano de pintura gris con toques de marrón para
que la base quede totalmente oscura para que al poner el balasto, en caso de
quedar algún pequeño hueco, no llame la atención a simple vista.
Para confeccionar el balasto a escala 1:32 he tenido muchos problemas para localizar algo que quedara creíble en cuanto a tamaño y aspecto. Como productos comerciales de modelismo ferroviario no es una escala en la que sea fácil encontrar este tipo de productos por lo que se ha tenido que algo tan español como el improvisar.
En
una tienda de productos para animales encontré este producto que por forma
tamaño, textura y color podía cumplir perfectamente su función.
Se trata de unas piedras para decoración de acuarios de la marca Zolux, así que me decidí a probar suerte con esas piedras.
En una bandeja de plástico, a la que le hice unos cuantos agujeros del tamaño deseado a modo de tamiz, volqué una cantidad de nuestra de dichas piedras y las cribé para obtener el tamaño deseado.
Lógicamente las más pequeñas también pasaban, así que con otra bandeja de plástico hice unos agujeros más pequeños para volver a realizar la criba y quedarme solo con las que no pasaran por los agujeros de la bandeja, las grandes, reservando las pequeñas para otros menesteres….
Se realizó una prueba a modo de simulación de como quedaría, de forma muy provisional, y viendo que me satisfacía, se dio por bueno el tamaño y se prosiguió con el cribado de más material para cubrir totalmente las vías y los taludes laterales.
Llegados
a este punto surgía un momento delicado pues había que fijar una vía flexible a
una madera, y mi idea era pegarla con cola blanca para que luego, con el
balasto, quedara todo pegado uniforme como un “todo”, vía, balasto y base de madera,
siendo un elemento que luego se pegaría a la base de la maqueta en la fase de
montaje final.
Para hacerlo me ayudé de unos alfileres que clavaban muy bien en la madera de balsa, y permitían su doblado para sujetar temporalmente la vía.
Con
la estructura de alfileres establecida ya era trabajo relativamente fácil,
levantando la vía, incorporando cola blanca en la base de la madera, y dejando
caer toda la vía sobre la cola. Lo iba a hacer por tramos pero vi más factible
poner toda la base de cola y dejar caer posteriormente toda la vía a la vez,
aplicando posteriormente sujeciones con sargentos en los extremos y aplicando
peso sobre todo el recorrido de la vía, dejándolo secar 24 horas sin tocarlo
para nada.
Como podemos observar en esta fotografía (a la que se han borrado de forma poco ortodoxa las personas que aparecían en la misma) la zona de la curva disponía de un importante peralte que había que simular también.
Para
ello opté por cortar una tira de madera adicional para añadirla por debajo de
la zona exterior de la curva y conseguir ese efecto visual.
En este punto, con la pieza totalmente seca (aquaplast, cola blanca, …) empieza la parte más fácil pero por el contrario la más larga y lenta de este elemento, la colocación del balasto, no sin antes darle una mano de pintura a los añadidos.
Yo he utilizado una mezcla de varias técnicas que he leído y probado en mi modesta experiencia en este mundillo pero que como se verá, crea un muy buen resultado (por lo menos a mi entender…)
Necesitaremos
las piedrecillas de balasto, un atomizador de perfume (de los chinos), relleno
del alcohol y una pequeña botella en la que mezclaremos agua y cola blanca de
carpintero al 50% como en la foto.
1.-
Como quería garantizar la consistencia del “todo” entre el balasto, la vía y la
base, lo primero que he hecho es poner cola blanca en cada uno de las
separaciones entre traviesas. Conviene hacerlo en pequeños tramos entre 6-8
traviesas porque la cola que utilizo es de “secado express” y podría secarse
antes de poner el balasto.
He comenzado a rellenar por el centro de la vía para que el conjunto coja consistencia lo antes posible.
2.- Se ha esparcido el balasto entre las traviesas, se han aplanado adecuadamente y eliminado posibles excesos del mismo, quitando también aquellas piedrecillas que hubieran podido quedar sobre las traviesas.
Con todo eso realizado he pasado el dedo a modo de “nivel” por encima para detectar posibles sobrantes nuevamente. En caso de sobrantes, aplicar el párrafo anterior.
Dejamos secar la cola blanca durante unos 2-3 min para que coja un poco de consistencia y pegue las piedras.
3.-
Se ha pulverizado con el atomizador en la zona de balasto ya plegada.
4.- Con un gotero dosificador (como los de los medicamentos en gotas) se ha ido dejando caer gotas de la mezcla de cola y agua de la botella, que previamente se ha volcado en un pequeño recipiente desechable plano (la funda de algún embutido envasado va genial), como se puede ver en la siguiente foto en la que el alcohol ya ha actuado “rompiendo la tensión” del balasto y la cola diluida circula libremente por entre las piedras, pegando y compactándose todas entre sí.
Cuando acabamos en el centro (que ya vemos que tiene el peralte correcto porque la cola tiende a bajar hacia el interior de la curva) procedemos de la misma forma y técnicas con los taludes exteriores, rematando adecuadamente los finales de vía con el correspondiente detalle de la traviesa cortada.
A
continuación se ha seguido detallando el elemento. Debido a que la vía es
flexible y se pintó antes de pegarla por comodidad, ahora había pequeños
desajustes y vacios de pintura en el carril que se ha aprovechado para retocar
en este punto, con diferentes tonos de marrón y negro mezclados.
También ha sido el momento de resaltar, con pintura más marrón-rojiza, las piezas de sujeción de las traviesas al carril.
Siguiendo con la aplicación de técnicas he procedido a envejecer las traviesas utilizando para ello la técnica de “pincel seco”, que consiste en poner “nada” de pintura del color a utilizar en las cerdas del pincel, descargarlo de la misma en un papel y con tan sólo la mínima suciedad que queda en el pincel, proceder a darle unas pasadas, al gusto, sobre las traviesas.
En
el lado derecho de esta foto comparativa podemos ver el estado de “origen” de
las traviesas, y en el lado izquierdo el resultado de darle unos toques de
pincel seco blanco a cada traviesa.
La verdad es que con esta técnica el resultado final es muy agradecido y queda un efecto desgaste muy real como si el sol, la lluvia y el resto de circunstancias climatológicas hubieran afectado a las traviesas.
Además
este tono de las traviesas pone en valor y relevancia el detallado de las piezas de sujeción, al que también se le han
dado unos toques de blanco en pincel seco para simular también el efecto
desgaste de este elemento metálico.
Y finalmente vemos en la anterior foto la comparación entre como ha quedado la vía una vez trabajada, y el producto comercial que adquirimos para el proyecto…, nada que ver… J
Llegados a este punto no podemos olvidar que en la zona que se está reproduciendo la vía era cruzada por una carretera, y para ello se ha tenido que confeccionar el elemento que, entre las vías, era el apoyo para cruzar sobre la misma.
Se
ha realizado con palillos de bambú, simulando traviesas, pintadas, envejecidas
(como se explica en el articulo de la Valla del Corral) y finalmente
envejecidas.
El
cruce la carretera era en una curiosa diagonal por lo que ha habido que crear
el elemento con esa característica.
Asimismo,
para proteger las pestañas de las ruedas de los trenes y evitar salidas de vía
y descarrilamientos había que dejar un espacio entre este elemento y el carril
y para ello me ha servido de sendos trozos de carril, como se realizaba en la
realidad.
Y una vez probada, a ajuste de pintura…
A continuación tan sólo faltaba aplicarle el
efecto desgaste debido al paso de los vehículos y las inclemencias del tiempo y
así lucirá en su ubicación.
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